Macarena Salazar se une a la Rama de Atletismo de CD Boston College
Tras largos y exitosos años en el Club Deportivo Universidad Católica, la destacada triatleta chilena Macarena Salazar (28) dejó la institución cruzada y se incorporó a la Rama de Atletismo de la Corporación de Deportes Boston College, para aportar con su experiencia y conocimientos a nuestros jóvenes atletas.
La medallista de bronce del Ironman de Pucón 2019 y representante chilena en múltiples competencias internacionales conversó en profundidad sobre sus inicios en el triatlón, sus aprendizajes en el extranjero y la importancia de la práctica deportiva.
¿Cuándo y cómo empezaste en el triatlón? Háblanos sobre tus inicios en el deporte
– Partí a los 2 años y medio con la natación, yendo a la escuelita a la que mis papás me metieron para aprender a nadar. Ahí aprendí y de poco fui avanzando, de la escuelita pasé a la rama y empecé a competir nacionalmente y después internacionalmente. A los 16 años me cambié al triatlón y ahí es donde comencé a competir directamente y a representar a Chile en esta disciplina.
Has tenido la oportunidad de representar a Chile en distintas competencias alrededor del mundo. Cuéntanos algunas de tus experiencias y cuáles han sido los desafíos más importantes que has enfrentado como deportista.
– Me ha tocado harto viaje a países extraños o que dudo que vaya a conocerlos en otro contexto. Este año, por ejemplo, me tocó ir a Uzbekistán, que al principio no tenía idea ni dónde quedaba en el mapa. También me ha tocado conocer Corea del Sur, Japón, Marruecos, Egipto, de todo un poco. Esos son los más exóticos. Ha sido muy bueno poder ir a estos países, ya que además de competir conoces nuevas culturas.
Ayuda harto entrar en la cultura de los otros países. Por ejemplo, en Japón, nos tocó que además de ir a competir hicimos una clínica en un colegio, entonces aprendimos harto de los niños, haciendo actividades, juegos, ellos mismos nos cocinaron unas cosas típicas de allá, entonces fue muy bueno.
Dentro de los logros deportivos que has conseguido hasta ahora, ¿cuál dirías que es el más importante y por qué?
– Yo creo que el Ironman de Pucón 2019, que quedé en el tercer lugar. Fue un bronce que no me lo esperaba, quizás más adelante, con más experiencia, pero no en ese momento, donde tenía 23 años, y se dio la carrera perfecta. Más encima estaban todos mis familiares, hermanos, primos, tíos, abuelos, el familión completo allá, así que fue buenísimo para mí.
¿Cómo es tu rutina de entrenamiento? ¿A qué hora te levantas y qué tipos de ejercicios haces?
– Hay veces que entreno en la madrugada, pero justo ahora estoy cambiando de entrenador, así que están cambiando los horarios también. Antes siempre entrenaba a las 6 de la mañana y ahora, con el nuevo entrenador, estoy un poco más tarde, pero las horas de entrenamiento son las mismas. A la semana entreno entre 20 y 25 horas, en la mañana hago dos deportes y en la tarde uno.
Entre el trote, la natación y el ciclismo, ¿cuál es para ti el más complejo de entrenar?
– La natación es lo que más fácil se me hace, porque vengo de allá. La bici es lo que más me gusta o disfruto, porque cuando vas a otros países sales a andar 100 kilómetros de repente, entonces es mucho lo que alcanzas a conocer. El trote es lo que más me cuesta.
Después de varios años dejaste a la Universidad Católica y ahora asumes un desafío con Boston College. ¿Cuáles son tus expectativas y cómo proyectas este vínculo con la Corporación de Deportes?
– Estuve más de 10 años en la Católica, pero ya me tocaba hacer un cambio. Fue una difícil decisión, pero espero que sea para mejor. Estoy feliz de incluirme al Boston College, ojalá poder ayudar a fomentar más el deporte en los niños y niñas y en los colegios.
Gracias a tus diversas experiencias internacionales has podido entrenar con deportistas de distintas partes del mundo. ¿Cómo te has tomado personalmente ese con atletas destacados y cuánto crees que te ha servido en tu crecimiento como deportista?
– Ha sido muy positivo aprender de ellas, porque he entrenado con muchas deportistas que en ese momento eran mejores que yo y es genial poder aprender desde lo más básico hasta lo más profesional. Todos te van enseñando algo y no solamente en lo deportivo, sino que en lo humano.
Por último, ¿qué mensaje le entregarías a los niños y niñas de la comunidad bostoniana acerca de la importancia de la práctica deportiva y qué consejo podrías darle a los más pequeños que se están iniciando en el deporte?
– Como consejo, les diría que traten de practicar el deporte en el día a día, no necesariamente todos los días pero sí incluirlo en sus vidas, ya sea una vez a la semana, o algo, pero que se convierta en una rutina y al final tengan hábitos saludables para toda la vida. Es algo que uno tiene que inculcar y de a poco uno se va acostumbrando. A mí me pasa que si no hago deporte me siento rara, entonces como que ya es parte de mi vida. Yo estoy contenta de poder ayudarlos en lo que necesiten y, si algún día quieren entrenar, también feliz.